Cronianta no es más que un país imaginario donde nos gustaría vivir a todos, porque se vive al revés. El dinero no sirve para nada y la única forma de obtener cosas y beneficios es compartiendo el tiempo que tiene cada uno. De esta manera y como el sueño de un niño, se suceden una serie de relatos con diferentes personajes que no terminan de encontrarse a sí mismos. Vivir para trabajar, o pensando sólo en ganar dinero, sólo son dos opciones para llenar ese maravilloso tiempo que lo podríamos aprovechar para intentar ser felices. El problema es que, algunos de los personajes, no saben vivir de otra manera. Amén de las relaciones tóxicas en el trabajo, los compañeros o conocidos que algún día nos traicionan o vivir de cara a las redes sociales, son sólo algunos de los temas tan reales que tratan los siguientes relatos que siguen a Cronianta. Porque el principio de todo no deja de ser una alegoría, deberíamos olvidarnos un poco más de lo material y centrarnos en esa felicidad infantil, que aún permanece dentro de nosotros y lo estará siempre.