Seiscientos millones de personas habitaban la Tierra cuando Isaac Newton vio la luz en 1642. Un momento fascinante de la historia, que este hombre cambiaría con sus conocimientos y su afán de entender y aprender. En palabras de John Maynard Keynes, un apasionado de Newton, Isaac fue el último mago. Porque sus descubrimientos, su entendimiento de las leyes que rigen la naturaleza, solo podría ser calificado como magia.
No es esta una biografía del filósofo natural. Es una historia acerca de la influencia que aquel genio tuvo en los años, más de ochenta, en los que vivió. Huraño, misógino, puritano, orgulloso y creído, pero siempre genio y mago, abarcó todos los ámbitos del conocimiento de la época. Apenas se le conocen amigos, pero se granjeó enemistades dentro y fuera de su entorno y de su país, en una sociedad que vivió un cambio radical y una transformación cultural que culminó con la independencia de los Estados Unidos y la posterior revolución francesa.
El último mago es la continuación de 66 Nunataks, una historia que se cuenta hacia el pasado y forma una trilogía que completa El Señor de Salazar.