Clemente, un hombre de 72 años, reside en el apacible pueblo de pescadores de Barras de Valizas, Uruguay. Tras la pérdida de su esposa María, se ha sumido en una profunda depresión, y su única compañía es Ignacio, un pequeño grillo con el que entabla largas conversaciones en la costa. Sin embargo, su vida rutinaria da un giro inesperado cuando conoce a Tomás, su vecino de apenas 10 años. A pesar de su corta edad, Tomás se convierte en un inesperado mentor que le brinda a Clemente una renovada esperanza y le enseña a redescubrir la alegría de vivir.