En Erato, Mirna nos lleva a un espacio donde silencio, quietud y amor pueden sentirse en la piel cuando leemos sus páginas.
Pero también, en Erato, Mirna nos ayuda a buscar en nuestro interior, para reencontrarnos con ese ser maravilloso que somos, porque cada uno de nosotros somos un verso escrito por el universo en hojas blancas llamadas tiempo y espacio.
Esta es una obra inspirada por un suspiro en la cual, como es costumbre de la autora, nos invita a viajar por sendas donde la realidad y la fantasía; la razón y el delirio; la dicha y la tristeza y el recuerdo y el olvido, van tomadas de la mano dialogando en verso y prosa.
En resumen, podemos afirmar que Erato habla de un reencuentro que ocurre allá donde estás tú.