Cuando comencé a trabajar con empresas de distintos tamaños, noté una desconexión constante: la IA se veía como algo lejano, caro o complejo. Pero lo cierto es que no se trata de reemplazar personas, sino de potenciar ideas, automatizar decisiones repetitivas y liberar el verdadero valor del talento humano.
Este libro es una invitación a repensar la gestión, a ver la IA no como una amenaza, sino como un socio estratégico que abre puertas a nuevas formas de crecer, competir e innovar.