La O recóndita, de Julio Antonio Molinete, es un tránsito por la memoria para responder a las preguntas que se hace un cuerpo que sobrevive con una enfermedad latente. El quiebre de la sintaxis denotativa, aunado al aparente barroquismo del lenguaje médico, construye un ambiente de opresión y lucha. Así, el libro se presenta como una metáfora del texto interrumpido, de la pandemia como forma de vigilancia extrema, o de la enfermedad como domesticación de la vida.
Memoria y desmemoria se dan la mano -o la espalda- y provocan la medicalización de un cuerpo signado como hispano, diabético y migrante. Esta medicalización alude a las múltiples latencias del cuerpo: político, erótico, pandémico, depresivo, amnésico, inconcluso, desmembrado.
Ese es, en última instancia, el leitmotiv del libro: las relaciones entre el cuerpo y el lenguaje, y cómo habita, en esos intersticios, un cuerpo medicalizado por las normas que rigen la convivencia comunitaria. Julio Antonio Molinete nos entrega una realidad alterada con perspectiva, pasión y sufrimiento. No podremos salir de ahí ni ilesos ni indiferentes.
Paul Guillén