Esta reflexión teológica nos presenta un punto de vista sobre la oración, en el que trato de manera superficial como la oración, cuando está alineada con el propósito, y el plan eterno de Dios funciona.
He tomado como ejemplo a Moisés y su oración intercesora por el antiguo pueblo de Israel, porque es una figura preponderante en el Antiguo Testamento, ya que fue el legislador de la nación israelita.
En esta intercesión, se puede observar parte del plan de Dios para la redención de la humanidad, además, que era una oración que Dios quería que Moisés hiciera para cumplir su propósito eterno en las vidas de su pueblo y como un ejemplo a seguir.
Que la gracia, la misericordia, y el amor de Dios esté sobre cada lector.