La Princesita Verde viaja por diferentes planetas, cada uno con un problema que necesita una solución. A través de sus interacciones con los habitantes de estos mundos, la princesa enseña lecciones sobre la importancia de cuidar la naturaleza, usar los recursos de manera responsable y trabajar en armonía. Cada planeta representa un desafío ambiental, desde la contaminación hasta la gestión del agua.
En el cuento destacan los valores de cooperación, la autosuficiencia y la capacidad de cada uno, incluso los más pequeños, de ser guardianes de la naturaleza.