
El paraíso no es como lo recordaba...
Mi nueva jefa, sexy y con curvas, me guarda un rencor del tamaño de la Isla Grande.
Y es todo por mi culpa. Aunque no tengo ni idea de por qué. No puede estar cabreada porque la fiché la primera vez que nos vimos. Está buena y me gusta mirar. Pero no pienso tocar. Al fin y al cabo, es mi jefa.
Paso los días intentando convencerla de que no se arrepentirá de haberme contratado y las noches tratando de olvidar mi pasado.
Y estoy fracasando en ambas cosas. Kiana amenaza con despedirme antes de nuestra primera boda. Pero no me voy de Hawái. He vivido un infierno y tengo los flashbacks que lo demuestran. Pienso quedarme. Sin importar lo que me eche encima.
Incluso si es mi peor pesadilla hecha realidad.