Félix Lope de Vega, una figura prominente del Siglo de Oro español, se distingue por una poesía que irradia ardor y vitalidad, elementos que resplandecen en su soneto Boscán, tarde llegamos. Este poema, el más célebre de Lope, refleja su destreza de Lope como poeta, y muestra su talento en la creación de diálogos llenos de vida y expresividad, aunque su fama haya sido cimentada principalmente en su rol como dramaturgo.
El soneto presenta un intercambio entre Boscán y Garcilaso, poetas renacentistas españoles de renombre, añadiendo una capa intertextual significativa al poema. Este diálogo, enmarcado en un viaje, sugiere una búsqueda que trasciende lo físico para adentrarse en lo poético, reflejando posiblemente las indagaciones literarias de Lope de Vega. Este elemento dialógico establece un tono conversacional y accesible, brindando vida a figuras literarias históricas y permitiendo a Lope explorar temas como la identidad, el desplazamiento y el papel del poeta en la sociedad.
La rivalidad de Lope de Vega con Luis de Góngora a partir de 1580 marcó un punto de inflexión en su obra, llevándolo a abandonar temporalmente el soneto y a explorar otras formas métricas, como el octosílabo, más arraigado en la tradición española. Sin embargo, en Boscán, tarde llegamos, Lope demuestra su habilidad con el soneto, adaptando esta forma importada de Italia al idioma y contexto cultural español con notable maestría.
La ironía y el juego de palabras en el diálogo del soneto evidencian la capacidad de Lope para entrelazar humor y crítica. La confusión de los personajes sobre su ubicación y el asombro ante la lengua hablada reflejan la complejidad del cambio lingüístico y cultural en la España del siglo XVI, posiblemente como una sutil crítica a las afectaciones y artificios en la poesía de su tiempo, aludiendo a su rivalidad con Góngora y su estilo culterano.
Boscán, tarde llegamos es un vívido ejemplo de la poesía de Lope de Vega, donde se conjuga ingenio, agudeza crítica y habilidad lingüística para capturar la esencia de la época. Este soneto no solo refleja la genialidad de Lope como poeta, sino que también ofrece una perspectiva sobre los cambios culturales y literarios de su tiempo, manteniéndose como un testimonio vital de la literatura clásica hispanoamericana.