Aparecemos en la vida desamparados, desnudos y faltos de identidad, que hemos de forjarnos pasando por ella, aprehendiéndola para aprender a estar entre lo que nos ofrece, y a la vez, superar el vacío existencial. Pero cuando creemos que ya somos seres en el mundo, tenemos que aprender a despedirnos, a ser sólo un recuerdo entre los que siguen existiendo.