A los dieciséis años, Kim Liggett dejó su pueblo rural del medio oeste para ir a la ciudad de Nueva York, donde siguió una carrera en la música. Además de prestar su voz a cientos de grabaciones de estudio, fue cantante de acompañamiento para algunas de las bandas de rock más importantes de los 80. Es autora de Sangre y sal, Corazón de ceniza, La última cosecha (ganadora del premio Bram Stoker), Los desgraciados y El año de gracia.