¿Cuántos saben quién fue Arrio y qué fue la Herejía Arriana?

Son muy pocos, porque esta monumental controversia entre los defensores del dogma de la Trinidad y sus opositores, que se dio en el siglo IV, ha sido mantenida oculta bajo siete llaves por la Iglesia Católica. Hasta el día de hoy se defiende a brazo partido de quienes puedan poner en peligro la subsistencia de su dogma trascendente.

El dogma trinitario no nació junto con la iglesia cristiana, sino que fue introducido más de doscientos años después por filósofos y teólogos de raíz griega, entre los cuales destacó Tertuliano. Sin embargo, el teólogo de origen libio, Arrio, llevó adelante una importante campaña para demostrar, tanto al clero católico, como a la sociedad civil, que ese dogma era falso y carecía de fundamentos válidos.

Con motivo de ello, el propio emperador Constantino convocó en el año 325 al Concilio de Nicea, en el cual se juntaron alrededor de 250 obispos de todos los confines del imperio para decidir si la Trinidad merecía ser preservada o no.

En esta novela he recabado toda la información histórica respecto de este suceso tan singular para presentárselo al lector de una manera que le sea fácil y entretenida el conocerlo en todas sus particularidades, que involucraron, tanto al propio Constantino, como a obispos de renombre de la época.

También he narrado la historia del pueblo visigodo, que fue convertido al cristianismo arriano y que permaneció en esa fe hasta el siglo IX.