Demasiado joven para ser padre, apenas y acababa de convertirme en adolescente. No amaba a la joven a la que dejé embarazada, sólo fue una vez. Pero nada de eso importó cuando la tuve en mis brazos por primera vez. Tan pequeña, tan vulnerable, tan desprotegida. Le hice una promesa a mi pequeña, iba a protegerla por encima de todo y de todos. Me obsesioné con eso, tenía mis ojos sobre ella en todo momento, era un padre sobreprotector, tampoco me importaba. Mi misión estaba clara y esa misión era proteger a mi hija de todo mal. Aunque ese mal fuese yo mismo. Jefe de la Mafia Irlandesa, nací y fui criado para ser líder, siempre estuve rodeado de peligros, algo previsible. Lo que nunca imaginé es que mi pequeña pondría mi mundo del revés. Mi cerebro y mi corazón se habían contaminado, mis ojos ya no veían a mi pequeña como antes. Había enfermado y Rory sería mi muerte o mi salvación.