Me quito la manta y me trepo en su regazo. Me pongo su trenza encima de la boca como si fuera un bigote y ella se ríe.

Ana no puede controlar su entusiasmo. ¡Su abuela viene a vivir con ella y su mami para siempre! Seguro que Abuela va a dejar a Ana jugar cuando quiera, en vez de meterle prisa para que se vaya la escuela, como a veces hace su vecina y niñera, la señora Mimí. Es más, como le dice su compañera de clase, ¡Ana ya no necesitará que la señora Mimí la cuide! Pero la señora Mimí sabe escuchar, y se divierten mucho juntas dando de comer a las ardillas y merendando. ¿Tal vez Ana aún no esté lista para despedirse de la señora Mimí? Meg Medina, magistral narradora, ofrece una reconfortante historia que rinde homenaje a los que cuidan a los niños y a la comunidad, así como al lugar especial que ocupan en nuestras vidas. Una historia acompañada por las cálidas y expresivas ilustraciones de Brittany Cicchese.