Más que recuperar al anecdótico personaje que fue en vida, la presente traducción al castellano de Prometeo mal encadenado busca salvar a André Gide de la paradójica maldición que recae sobre todo escritor cuya obra merezca ser incluida dentro de los clásicos de la historia de la literatura. Porque hoy en dí-a, al parecer, se han convertido en clásicos aquellos autores que todos deberí-an haber leí-do y, sin embargo, ya nadie los lee más.